"Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaréis de intentarlo... Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estábais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.
Os libraréis de él o de ella, dejaréis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma) pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias..."

Paulo Coelho.

Entiende que no quiero perderte.


El miedo. Todo el mundo tiene miedo a algo, desde las cosas más absurdas hasta las más peligrosas. En algunas ocasiones te advierte del peligro, pero no, en mi caso, el miedo no es bueno. ¿Por qué? Porque existen otros tipos de miedos, como el miedo a fallar, a caerte...Sí, está claro que en esos tipos de miedo la solución es arriesgarte, como bien dicen "Quien no arriesga, no gana". Se plantea un problema, y es que puedes perder, pero decides tentar a la suerte ya que "Si arriesgas puedes perder, si no, estás perdido". Bien, hasta ahí todo precioso ¿no? Pues veamos, ¿qué pasa si mi miedo es distinto a todos estos? Cúal es mi miedo, pensarás. Pues mi miedo, es miedo a perderte, y ese miedo solo me lo puedes quitar tú.

2 comentarios:

María Román. dijo...

Sabes perfectamente que adoro esta entrada, la pongo en mi blog va? Te quiero :)

Teresa dijo...

Valeeeeeee :)