"Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaréis de intentarlo... Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estábais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.
Os libraréis de él o de ella, dejaréis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma) pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias..."

Paulo Coelho.

De las expcepciones se vive.


Que no, que no siempre las segundas partes fueron malas, que ha habido segundas partes buenas o mejores incluso que las primeras. Que no sólo los hombres tropiezan dos veces con la misma piedra, que las mujeres a veces tropezamos más ah, y que he visto a mujeres sin tener esa intuición característica del sexto sentido, y ha habido hombres que sí. Que no todos los días malos acaban mal. Que a algunos "caballos regalados" hay que "incarles el diente". Que no siempre al que madruga Dios le ayuda. Que no todo es o blanco o negro, ni mucho menos color, existe el gris y sus derivados. Que de 99,9 % de posibilidades a que las cosas salgan mal existe el 0,1 %. Que los ojos azules o verdes no siempre tienen que ser los más bonitos, ya que unos ojos son bonitos por lo que trasmiten. Que no siempre los del sur son más simpáticos que los del norte. Que no siempre la callada es toda su vida callada. Que no siempre el chico va a pedirle a la chica. Que no siempre se acaba lo bueno. Que no siempre se termina algo, porque se empieza algo totalmente nuevo... ¡Que no, hombre! Que toda regla tiene la excepción que la confirma y si te fijas, la vida está hecha a base de excepciones, y al fin y al cabo, ese conjunto de excepciones, hacen una regla: La mía.

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